1 mar 2019

Perseverar y mantener viva la esperanza

Nada dura para siempre. De hecho, un día, no sabemos cuál, nos arrebatarán la vida y no seremos más parte de este mundo. No importa lo que hagamos, tarde o temprana el útlimo día llegará.

Pero lo mismo aplica para los momentos más difíciles de la vida. En esos donde nada parece tener sentido y en los que creemos que todo se derrumba. Esos días también pasan. Pueden durar mucho tiempo, pero -si no perdemos la esperanza, si logramos mantener la fe- finalmente los días oscuros también pasan y abren espacio a una nueva luz. Depende de nosotros perseverar  y mantener viva la esperanza.