4 sept 2011

¿Y para qué sirven las matemáticas?

En el cole los chicos y las chicas, en especial las/los pre- y las/los adolescentes suelen preguntar al profesor de matemáticas: ¿y eso para qué sirve? A veces, uno realmente no sabe bien qué responder y entonces podría decir, con un toque de ironía: por ahora sirve para que apruebes este curso, va bien? 

Sin embargo, sabemos que la utilidad de las matemáticas va más allá del uso general que le damos el común de los mortales. Las derivadas, las integrales, la estadística y otro buen número de tópicos característicos de esta rama del conocimiento tienen mucho que ver en nuestras vidas, especialmente si somos usuarios frecuentes de las computadoras (u ordenadores, como se les conoce en España).

Stephen Baker, a propósito del tema tecnológico, dice: "Las únicas personas capaces de interpretar los datos [electrónicos] que generamos son los grandes matemáticos, científicos, e ingenieros informáticos. Ellos saben cómo convertir en símbolos los distintos fragmentos de nuestra vida"... Este autor, en su famoso libro Numerati (al que ya me referí en la última entrada) nos pone frente a ese nuevo horizonte increiblemente fascinante y a la vez terrorífico de las matemáticas y cómo a través de ellas alguién podría leernos, descifrarnos y conocer, por ejemplo, nuestros gustos como consumidores y, si lo quiere, otras muchas cosas más.

Lo anterior es sólo para ilustrar la utilidad de las matemáticas, en caso de que mañana ese alumno quisquilloso nos vuelva a hacer la misma pregunta de siempre. Claro, para llegar hasta allá, es necesario estudiar mucho, mucho y haber disfrutado, ya desde pequeños del estudio de esta ciencia hoy por hoy, casi "omnipresente". Casi (y por fortuna que así es), porque, de todas maneras, no podemos olvidar que un porcentaje considerable de la población mundial no tiene acceso a la red, o ni siquiera sabe cómo usar un computador, o mejor aún, ni siquiera a visto uno.

Por hoy lo dejamos aquí. Otro día seguimos, con otros datos curiosos, del mismo libro... quizá.

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